¿Te gustaría navegar por internet, hacer una llamada telefónica o enviar un mensaje utilizando sólo tu cerebro? ¿Quisieras descargar el contenido de un libro de 500 páginas en tu memoria en menos de un segundo o tener millones de nanobots por tu cuerpo monitoreándote para evitar enfermedades? ¿Qué tal poder conectarte a una base de datos con todo el conocimiento humano sin importar dónde estés?
Todo esto puede sonar como ciencia ficción, pero estas son tecnologías que algunas de las firmas más poderosas del mundo creen que son posibles para el año 2020. Sin embargo, con todos los “beneficios” potenciales que esta tecnología trae, también existe la oportunidad para hacer el mal. ¿Qué creen que los gobiernos mundiales pudieran hacer si todo mundo tiene un chip en el cerebro que los conecta de manera permanente a internet? ¿Podría ser que estos implantes se utilicen para manipularnos? Es importante considerar este tipo de cosas.
Por ahora, la mayoría de los científicos que trabajan en tecnología de implantes para el cerebro no parecen estar muy preocupados con esas cosas. En su lugar están investigando en campos que antes parecían imposibles.
Actualmente existen aproximadamente 100 mil personas con implantes en el cerebro. La gran mayoría por motivos médicos. Según el Boston Globe, el gobierno de los Estados Unidos planea “gastar más de $70 millones en los siguientes 5 años para avanzar al siguiente nivel en implantes para el cerebro”.
Este nuevo proyecto llamado SUBNETS por sus siglas en inglés (Systems-Based Neurotechnology for Emerging Therapies) tiene como meta poder monitorear la salud mental de soldados y veteranos por igual.
Según un artículo de Computer World UK, Intel cree que para el año 2020 no necesitaremos teclados o mouse para utilizar una computadora ya que podremos abrir documentos y navegar por la red con ondas cerebrales.
Científicos en el laboratorio de investigación de Intel en Pittsburgh están trabajando en encontrar formas para leer y controlar ondas cerebrales para poder utilizar una computadora, televisores o teléfonos móviles. Las ondas cerebrales serían controladas por medio de chips implantados en el cerebro y fabricados por Intel.
El plan no es recrear un escena de una película de ciencia ficción, Big Brother no pondrá un chip en tu cerebro si no quieres, o al menos esa es la idea. Investigadores especializados esperan que los usuarios desearán las libertades que el chip les puede otorgar.
Todo esto puede sonar como ciencia ficción, pero estas son tecnologías que algunas de las firmas más poderosas del mundo creen que son posibles para el año 2020. Sin embargo, con todos los “beneficios” potenciales que esta tecnología trae, también existe la oportunidad para hacer el mal. ¿Qué creen que los gobiernos mundiales pudieran hacer si todo mundo tiene un chip en el cerebro que los conecta de manera permanente a internet? ¿Podría ser que estos implantes se utilicen para manipularnos? Es importante considerar este tipo de cosas.
Por ahora, la mayoría de los científicos que trabajan en tecnología de implantes para el cerebro no parecen estar muy preocupados con esas cosas. En su lugar están investigando en campos que antes parecían imposibles.
Actualmente existen aproximadamente 100 mil personas con implantes en el cerebro. La gran mayoría por motivos médicos. Según el Boston Globe, el gobierno de los Estados Unidos planea “gastar más de $70 millones en los siguientes 5 años para avanzar al siguiente nivel en implantes para el cerebro”.
Este nuevo proyecto llamado SUBNETS por sus siglas en inglés (Systems-Based Neurotechnology for Emerging Therapies) tiene como meta poder monitorear la salud mental de soldados y veteranos por igual.
Según un artículo de Computer World UK, Intel cree que para el año 2020 no necesitaremos teclados o mouse para utilizar una computadora ya que podremos abrir documentos y navegar por la red con ondas cerebrales.
Científicos en el laboratorio de investigación de Intel en Pittsburgh están trabajando en encontrar formas para leer y controlar ondas cerebrales para poder utilizar una computadora, televisores o teléfonos móviles. Las ondas cerebrales serían controladas por medio de chips implantados en el cerebro y fabricados por Intel.
El plan no es recrear un escena de una película de ciencia ficción, Big Brother no pondrá un chip en tu cerebro si no quieres, o al menos esa es la idea. Investigadores especializados esperan que los usuarios desearán las libertades que el chip les puede otorgar.
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