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¿Fantasmas en el monte Rokkō?

Tradicionalmente en Japón está socialmente aceptada la creencia en los fantasmas. No en vano esta forma de pensamiento parte de la premisa de que en el Shintoismo, los kami o espíritus de la naturaleza nos rodean y conviven con nosotros.



Por ello no es raro que, en una conversación informal, muchos japoneses afirmen sin titubear que en tal o cual sitio se manifiestan apariciones fantasmales.

Uno de los puntos calientes de la región de Kansai, en general y de Kobe, en particular, es el Venus Bridge en el monte Rokkō.

Basta charlar unos minutos con un taxista cualquiera de la ciudad para que te cuente con detalle todo lo que rodea a este misterioso e inquietante lugar. Te contará algo que no aparece en las guías turísticas, que este lugar es el elegido por muchos suicidas para despedirse de nosotros.

Paralelamente, el puente de Venus es también punto de destino de muchas parejas que quieren disfrutar de las fantásticas vistas de Kobe y pasar una tarde romántica lejos del ruido de la ciudad, respirando el aire fresco del campo. Algunas de estas parejas son las que han popularizado el rumor de que en las inmediaciones del monumento al amor se pasea una mujer fantasmal.

Vistas de Kobe desde el Venus Bridge


En el caso de que los fantasmas existan y de que su origen esté debido a una experiencia trágica, no cabe duda de que el Monte Rokkō es un buen punto de partida.

Durante la Segunda Guerra Mundial, Kobe fue una de las ciudades elegidas para recibir bombardeos aéreos por parte de las fuerzas norteamericanas. No fue un hecho al azar, la capital de Hyōgo reunía una serie de características que la hacían estrategicamente interesante. Por una parte su densidad de población y su importante puerto que comunicaba muchas de las rutas comerciales del país, por otra la inflamabilidad de sus ligeras viviendas. De la misma forma que actuarían frente a un tsunami, la gente buscaba refugio en el Rokkō-san, pero muchos de ellos no consiguieron escapar de su amargo destino y perdieron la vida allí.

Pese a que el lugar parece estar maldito, son tan espectaculares las vistas y tan variadas sus opciones turísticas – nosotros mismos tomamos esta ruta para escaparnos a Arima Onsen – que, como te comentaba antes, todas estas historias negras, afortunadamente, no frenan a muchos visitantes y vecinos que se acercan diariamente.

Puedes llegar allí en autobús, pero la mejor opción es utilizar un automóvil ya que si quieres disfrutar de las vistas nocturnas no dispondrás de otra forma de regresar más que el coche de San Fernando, y créeme el paseo no es una tontería. Para que te hagas una idea, incluso tomando el autobús tendrás que caminar unos veinte minutos.

Hanabi desde el Monte Rokkō


Yo no vi a la famosa mujer pero sí que sentí algo especial allá arriba, quizás sugestionado por la tranquilidad y la oscuridad del lugar.

Los más escépticos dirán que todo tiene una explicación. Que las apariciones se deben a su fuerte campo magnético , ya que algunos estudios han demostrado que la exposición a pequeños campos magnéticos puede producir cambios en el cerebro y producir alucinaciones. ¿Quién sabe?

Como dirían los gallegos, yo no creo en las meigas, pero haberlas haylas…

Mapa:



Fuente: creativoenjapon.com

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